Oír, es lo que hacemos 24 horas al día, incluyendo aquellas horas en que estamos dormidos. Nunca dejamos de oír. Oímos el ambiente de los escenarios alrededor de nosotros, oímos el viento, los pájaros, los perros, los gatos, los vehículos de transporte, niños, música, en fin oímos de todo.
Para poner nuestra atención sobre un punto en particular, se debe enfocar uno sólo de los múltiples sonidos que oímos. Cuando logramos focalizar nuestra atención en ese único estimulo audible, estamos escuchando.
Escuchar demanda no sólo estar allí, sino establecer prioridades y seleccionar aquella que nosostros valoramos más por su importancia o por cualquier otra razón. Hay que estar conciente, hay que estar "conectado", hay que mantenerse en línea, hay que agarrar la onda.
Me sorprende de forma negativa, que muchos espacios radiales producen estimulos audibles que no demandan ni exigen escuchar, por su poca calidad de producción y realización. En otros, por su bajo nivel de investigación y profundidad al tratar y desarrollar temas que liguen no solo la parte racional de la mente sino también la emocional. La memoria es -a mi parecer- el mayor recurso disponible al producir radio; la memoria individual y colectiva es el material que nos sirve de plataforma para hacernos trasladarnos y viajar de un lugar a otro, de un tiempo cercano a uno lejano y de regreso, de lo real a la fantasía, de la risa al llanto, del dolor a la ternura, de la falsedad o lo real.
Cómo contar historias que se conecten con el auditorio, es el reto que debe enfrentar cada productor o realizador radial. Creo muy profundamente que una de las razones por las que el público ha empezado a consumir cada vez más internet que radio, más TV que radio, está en que ya no nos sorprende. No se está explotando el audio para provocar que el auditorio escuche, sino que nos limitamos a que sólo oigan un buen ritmo, a un tipo simpático o chistoso, a alguien que frente a una computadora conectada a internet "lee" descaradamente cosas, que muchas veces ni comprende, ni siente, y que nadie recibe con satisfacción total sólo para llenar minutos de contenido en la parrilla de programación.
Hablemos de aquellos temas que sí conocemos y nos gustan, desarrollemos una manera o estilo de comunicación que sea honesto y original que nos identifique y nos que nos permita "desnudar" el alma en público; con pudor y respeto. Debemos lograr que a través de un audio integral el público pueda ver, pueda tocar, pueda sentir y palpar...que nos pueda "observar audiblemente" o escuchar con su alma y no únicamente a través de sus oídos. Entremos de lleno a investigar, nadar en los datos profundamente, sobre esas cosas que nos causan curiosidad y que nos apasionan. Esas cosas que no logramos decir en función del tiempo, también se logran escuchar fuerte y claro con el alma cuando nos invitan y retan a escuchar atentamente.
Saca el niño que llevas dentro, saca el curioso que busca saciarse de sabiduría, al chico listo que sabe dar buen trato a los demás, alaga, motiva, alienta, anima, sopla ganas y entusiasmo. Usa el humor, el drama, sorprende, no seas predecible.
El audio, no solo es locución, es silencio, es música, son efectos sonoros. El reto es narrar a través de historias enganchando la mente y el corazón. ¿Cómo nos vas a sorprender hoy?
¡Éxitos!! Hasta otra oportunidad.
Mauricio Pineda
El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.
El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.
Hearing or Feeling with the ear.
Hearing
is what we do 24/7, including those hours we are
asleep. We never stop listing. We listen to what happens around us, the wind,
the birds, dogs, cats, cars, kids, music, everything. To give our attention in
something in particular, we must focus in that one audible stimulus, we’re listening.
Listening doesn’t only require to be there,
but to establish priorities and selection that one we value the most for its
importance or any other reason. We must be conscious, “connected”, in tune, get
the handle of it.
It surprises me, negatively how many radio
spaces produce audible stimulus that don’t demand listening, due to its lack of
quality in production and realization, in some others, the lack of
investigation and depth when building on topics with rational and emotional
intelligence. Memory – in my opinion – is the best available resource for radio
producing; individual and collective memory is the material that serves as a
platform for us to move and travel from one place to another, from a close time
to a distance and back, from reality to fantasy, from tears to laughter, from
pain to tenderness, from fake to real.
Just like telling stories that connect with
the audience, is the challenge you have to face as producer. I deeply believe
that one of the reasons why so many people are consuming more internet and TV
than radio is the lack of surprise. The audio is not being exploited to cause
the audience to listen, rather we are limited to listening to some good beat,
some funny guy, someone blatantly reading off the internet, that most of the
time doesn’t even understand and no one really listens but it fills the
programming.
Let’s talk about those things we know and
love, lets develop a form or communication style that is honest and original
and it identify us and will let us “strip”
to the public; with decency and respect. Through an integral audio, we must
achieve to get the public to see, touch, feel…to make them “audibly observe” us
or to listen with their souls and not only with their ears. We must fully
investigate, swim through the facts of those things that make us curious and
passionate about. The things we are not able to say due to time, are
accomplished when listening loud and clear with our souls when invited and
challenged to carefully listen.
Bring out the inner child, the curious
looking to be fed with wisdom, the smart guy who knows how to give good advice,
flatter, motivate, encourage, blow desire and enthusiasm. Use humor, drama, surprise, do not be
predictable.
Audio is not just locution, is silence,
music, audio effects. The challenge is to tell stories through time hooking the
mind and heart. How will you surprise us today?
Be Safe
Mauricio Pineda
Translations
By: MJ Sandoval
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