Steve Jobs una mente creativa que destacó en muchas facetas de su vida.
La vida de Steve Jobs giró en torno a Silicon Valley (Valle del silicio). Allí nació el pequeño Steven en febrero de 1955 -murió el 05 de octubre de 2011- allí creció tras ser adoptado por Paul y Clara Jobs y allí desarrolló su vida profesional y vivió en compañía de su mujer y sus tres hijos. Jobs fue uno de los principales nombres propios del panorama tecnológico. En su afán por innovar Jobs emprendió Pixar Animation Studios, la empresa que abrió nuevos horizontes en el mundo de la animación con su éxito de 1995 Toy Story, el primer largometraje generado completamente por computadora -cuando se menciona a Pixar se suele hablar de su genio artístico, John Lasseter, y se suele olvidar a Jobs- de la cual fue su CEO y tenía un 64% de la compañía.
Steve Jobs
Un buen día fue invitado a compartir un discurso durante una ceremonia de graduación de la universidad de Stanford en 2005, en esos días su cáncer ya era conocido y había iniciado su tratamiento, para mi gusto ha sido uno de los discursos más inspiradores para alimentar la creatividad y el espíritu emprendedor que he logrado escuchar hasta este día y por este motivo creo que es oportuno compartirlo hoy:
"Tengo el honor de estar con ustedes hoy en la ceremonia de graduación de una de las mejores universidades del mundo. Nunca me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una graduación universitaria. Hoy quiero contarles tres historias de mi vida. Es todo. No es gran cosa. Solo tres historias.
La primera historia es sobre conectar los puntos numerados para construir un dibujo. Yo me retiré de Reed College después de los seis primeros meses, pero luego permanecí dando vueltas por allí 18 meses antes de salir realmente. ¿Por qué me retiré? Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven soltera graduada de la universidad, y decidió ofrecerme en adopción. Pensaba con vehemencia que yo debería ser adoptado por graduados universitarios, así que todo estuvo arreglado para que así fuera, por parte de un abogado y su esposa. Excepto que cuando nací decidieron a última hora que realmente querían una niña. Así que mis padres, otra pareja que estaba en una lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntando: "Tenemos un niño inesperado, ¿lo quieren?". Ellos dijeron: "¡Claro!". Mi madre biológica más tarde se dio cuenta de que mi madre nunca se había graduado de la universidad y que mi padre no se había graduado del bachillerato. Ella se rehusó a firmar los papeles finales de adopción. Solo se ablandó unos meses después cuando mis padres prometieron que yo iría algún día a la universidad. Y 17 años después fui a ella. Pero ingenuamente escogí una que era así tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres de clase trabajadora fueron gastados en mi matrícula. Después de seis meses, no pude ver el valor. No tenía ni idea qué quería hacer con mi vida y cómo la universidad iba ayudarme a resolverlo. Y estaba aquí gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado en su vida. Así que decidí retirarme y confiar en que todo saldría bien. Fue un poco aterrador en aquel tiempo, pero mirando retrospectivamente fue una de las mejores decisiones que he tomado. Al momento en que me retiré pude dejar de tomar las clases obligatorias que no me interesaban e ingresé a otras que lucían interesantes.
No todo fue romántico. No tuve un dormitorio, así que me acosté en el suelo de las habitaciones de mis amigos, reciclé latas de Coca-Cola por cinco centavos para comprar comida, y caminé siete millas cada domingo para conseguir una buena comida en el templo de Hare Krishna. Lo amaba. Y muchas de las cosas con las que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición se convirtieron en invaluables más tarde. Déjenme darles un ejemplo: Reed College en esa época ofrecía quizás la mejor instrucción de caligrafía en Estados Unidos. A través del campus, cada cartel, cada sello en cada gaveta estaba hermosamente caligrafiado a mano. Dado que me había retirado y no tenía que tomar las clases normales, decidí tomar una de caligrafía para aprender cómo hacer esto. Aprendí sobre las tipografías serif y san serif, sobre la variación de la cantidad de espacio entre diferentes combinaciones de letras, sobre lo que hace grande a una tipografía grande. Era hermoso, histórico, artísticamente sutil en una forma en que la ciencia no puede capturar, y yo lo encontré fascinante.
Nada de esto tenía siquiera una esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero años después, cuando estábamos diseñando el primer computador Macintosh, todo ello regresó a mí. Y lo diseñamos en el Mac. Fue el primer computador con tipografía hermosa. Si no hubiera ingresado en ese simple curso en la universidad, el Mac nunca habría tenido múltiples tipografías o fuentes proporcionalmente espaciadas. Y ya que el Windows solo copió el Mac, es probable que ningún computador personal las hubiera tenido. Si nunca me hubiera retirado, nunca hubiera ingresado en esta clase de caligrafía, y los computadores personales podrían no tener la Hermosa tipografía que tienen.
Claro, era imposible conectar los puntos (experiencias) proyectándolos hacia adelante cuando estaba en la universidad. Pero fue muy, muy claro, mirando atrás diez años después. De nuevo. No puedes conectar puntos (experiencias) mirando adelante; solo puedes conectarlos mirando atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos numerados se conectarán de alguna forma en el futuro. Tienes que confiar en algo - tus tripas, el destino, la vida, lo que sea-. Esta aproximación nunca me ha decepcionado, y ha hecho toda la diferencia en mi vida.
Mi segunda historia es sobre amor y pérdida. Fui afortunado: encontré temprano lo que amaba hacer en la vida vida. Steve Wozniak "Woz" y yo comenzamos la empresa Apple en el garaje de mis padres cuando yo tenía 20 años. Trabajamos duro, y en 10 años Apple había pasado de ser solo nosotros dos en un garaje a ser una compañía de 2,000 millones de dólares con más de 4,000 empleados. Habíamos presentado nuestra más fina creación -el Macintosh- un año antes, y yo apenas llegaba a los 30. Y entonces fui despedido. ¿Cómo puede ser despedido de la compañía que usted mismo creó? Bien, mientras Apple crecía empleamos a alguien que pensé era muy talentoso para manejar la compañía conmigo, y durante el primer año o más las cosas estuvieron bien. Pero entonces nuestras visiones del futuro comenzaron a apartarse hasta que tuvimos una discusión.
Cuando ocurrió, nuestra junta de directores lo apoyó a él. Así que a los 30, estaba fuera. Y muy públicamente. Lo que había sido el foco de toda mi vida adulta se había ido, y fue devastador. No supe realmente qué hacer por algunos meses. Sentí que había dejado por el suelo a la generación previa de emprendedores, que dejé caer la posta mientras me la pasaban. Conocí a David Packard y Bob Noyce y traté de disculparme por haber errado tan gravemente. Fue un fracaso muy público, e incluso pensé irme del valle (Silicon Valley/Valle del silicio). Pero algo comenzó lentamente a despertar en mí -todavía amaba lo que hacía-. El giro de los eventos en Apple no había cambiado eso en nada. Había sido rechazado, pero estaba todavía enamorado. Y decidí comenzar de nuevo.
No lo vi entonces, pero es cierto que haber sido despedido de Apple fue la mejor cosa que pudo haberme pasado. El letargo de ser exitoso fue reemplazado por la claridad de ser un principiante de nuevo, menos seguro de todo. Me liberó para entrar a uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que llegaría a ser mi esposa. Pixar continuó para crear la primera película animada completamente por computador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más exitoso del mundo. En un giro sorprendente de eventos, Apple compró NeXT, yo retorné a la compañía, y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón de su actual renacimiento. Y Laurene y yo tenemos juntos una maravillosa familia.
Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado si no hubiera sido despedido de Apple. Era una medicina de horrible sabor, pero supongo que el paciente la necesitaba. Algunas veces, la vida te golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdas la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantenía fue que yo amaba lo que hacía. Tienes que encontrar lo que amas. Y eso es cierto tanto para tu trabajo como para tus amantes. Tu trabajo va a llenar una gran parte de tu vida, y la única forma de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te conformes. Como en todos los asuntos del corazón, sabrás cuándo lo encuentres. Y como en cualquier gran relación, solo mejora mientras los años pasan. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te conformes.
Mi tercera historia es sobre la muerte. Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo así como: "Si vives cada día como si fuera el último, algún día seguramente estarás en lo correcto". Esto me impresionó, y desde entonces, los pasados 33 años, me he mirado en el espejo cada mañana y me he preguntado a mí mismo: "Si hoy fuera el ultimo día de mi vida, ¿desearía hacer lo que estoy a punto de hacer?". Y como quiera que la respuesta por muchos días en fila ha sido "No", sé que tengo que cambiar algo. Recordar que estaré muerto pronto es la más importante herramienta que he encontrado para hacer grandes elecciones en mi vida. Porque casi todo - las expectativas externas, todo orgullo, todo temor de vergüenza o falla- estas cosas desaparecen al enfrentar la muerte, dejando solo lo verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Siempre estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.
Estaba sedado, pero mi esposa, quien estaba allí, me dijo que cuando ellos vieron las células bajo el microscopio los doctores comenzaron a llorar al darse cuenta de que era una rara forma de cáncer pancreático que es curable con cirugía. Tuve la cirugía y estoy bien ahora. Esto es lo más cerca que he estado de enfrentar la muerte, y espero que lo sea por algunas décadas más. Haberlo superado me permite decirles esto con un poco más de certeza que cuando la muerte era un concepto útil pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Incluso la gente que desea ir al cielo no desea morir para ir allí. Y sin embargo la muerte es un destino que todos compartimos. Nadie ha escapado a ella. Y es como debería ser, porque 'La Muerte' es probablemente la mejor invención de La Vida. Es el agente de cambio de la vida. Saca lo viejo para hacer camino a lo nuevo. Ahora lo nuevo son ustedes, pero algún día, no lejos de ahora, ustedes llegarán a ser gradualmente lo viejo y eran sacados. Siento ser tan dramático, pero es cierto. El tiempo de ustedes está limitado, sí que no lo desperdicien viviendo la vida de otros. No sean atrapados por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otra gente. No dejen que el ruido de las opiniones de otros acallen su propia voz. Y más importante, tengan el coraje de seguir su corazón e intuición. Ellos de alguna forma ya saben lo que ustedes verdaderamente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.
Cuando yo era joven, había una publicación llamada The Whole Earth Catalog (El catálogo completo de la Tierra'), que fue una de las biblias de mi generación. Fue creada por un colega llamado Stewart Brand, no lejos de aquí, en Menlo Park, y la trajo a la vida con un toque poético. Esto fue a finales de los 1960, antes de los computadores personales y la edición de escritorio, así que fue hecha con máquinas de escribir, tijeras y cámaras polaroid. Fue algo parecido a Google en papel periódico, 35 años antes de que Google viniera: fue idealista, muy abundante en herramientas pulcras y grandes nociones. Stewart y su equipo publicaron varios números del 'The Whole Earth Catalog' y luego, cuando había hecho su camino publicaron un número final. Fue a mediados de los años 1970, y yo tenía la edad que tienen ustedes. En la contraportada de su número final había una fotografía de un camino del país, temprano en la mañana, de la clase que ustedes podrían encontrar hacienda auto stop si fueran aventureros. Debajo estaban las palabras: "Permanece hambriento. Permanece necio". Fue su mensaje de despedida. Y siempre he deseado eso para mí mismo. Y ahora, mientras empiezan aquí de nuevo, deseo eso para ustedes. "Permanezcan hambrientos. Permanezcan necios".
Junio de 2005
Discurso en Universidad de Stanford, junio 2005.
Esperando que éste haya resultado igual de inspirador para Uds. como lo ha sido para mi, en más de alguna oportunidad y también para mis estudiantes.
Actualización. Hace muchos Steve Jobs concedió una de sus mejores entrevistas para televisión después de ser despedido de Apple Computers y luego de iniciar su nuevo proyecto NeXT se desarrollaba. El material completo fue editado y solo unas pocas partes de ésta fueron emitidas al público. Luego el material original de esta entrevista se almacenó, y desapareció por completo. Recientemente alguien que trabajó en ese canal de televisión descubrió un cassette de vídeo VHS con la increíble entrevista completa. Si también estás interesado en disfrutarla te la comparto a continuación.
Entrevista perdida Steve Jobs.
Qué estés bien,
Mauricio Pineda
El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.
Steve Jobs, Creative Entrepreneur
Steve Job’s life revolved around Silicon Valley. He was born there on February 1955, he was raised there after being adopted by Paul and Clara Jobs, and it was there where he developed his professional life along with his wife and three kids. Jobs was one of the most important names in the technological panorama. His eagerness to innovate lead to Pixar Animation Studios, company that gave way to new horizons in the animation world whit its 1995 hit, Toy Story, the first featured film generated completely by a computer – when referring to Pixar is usually talked about its artistic genius, John Lasseter, leaving Jobs behind – CEO of the company and owning a 64% of the company.
One day he was invited to share a speech during the commencement address at Stanford University in 2005, in those day his cancer was known and had already started a treatment, in my opinion it has been one of the most inspiring speeches to nourish creativity and an entrepreneur spirit to this day and thats why I’ve decided to share it with you today:
“I am honored to be with you today at your commencement from one of the finest universities in the world. I never graduated from college. Truth be told, this is the closest I've ever gotten to a college graduation. Today I want to tell you three stories from my life. That's it. No big deal. Just three stories.
The first story is about connecting the dots. I dropped out of Reed College after the first 6 months, but then stayed around as a drop-in for another 18 months or so before I really quit. So why did I drop out? It started before I was born. My biological mother was a young, unwed college graduate student, and she decided to put me up for adoption. She felt very strongly that I should be adopted by college graduates, so everything was all set for me to be adopted at birth by a lawyer and his wife. Except that when I popped out they decided at the last minute that they really wanted a girl. So my parents, who were on a waiting list, got a call in the middle of the night asking: "We have an unexpected baby boy; do you want him?" They said: "Of course." My biological mother later found out that my mother had never graduated from college and that my father had never graduated from high school. She refused to sign the final adoption papers. She only relented a few months later when my parents promised that I would someday go to college. And 17 years later I did go to college. But I naively chose a college that was almost as expensive as Stanford, and all of my working-class parents' savings were being spent on my college tuition. After six months, I couldn't see the value in it. I had no idea what I wanted to do with my life and no idea how college was going to help me figure it out. And here I was spending all of the money my parents had saved their entire life. So I decided to drop out and trust that it would all work out OK. It was pretty scary at the time, but looking back it was one of the best decisions I ever made. The minute I dropped out I could stop taking the required classes that didn't interest me, and begin dropping in on the ones that looked interesting.
It wasn't all romantic. I didn't have a dorm room, so I slept on the floor in friends' rooms, I returned coke bottles for the 5¢ deposits to buy food with, and I would walk the 7 miles across town every Sunday night to get one good meal a week at the Hare Krishna temple. I loved it. And much of what I stumbled into by following my curiosity and intuition turned out to be priceless later on. Let me give you one example: Reed College at that time offered perhaps the best calligraphy instruction in the country. Throughout the campus every poster, every label on every drawer, was beautifully hand calligraphed. Because I had dropped out and didn't have to take the normal classes, I decided to take a calligraphy class to learn how to do this. I learned about serif and san serif typefaces, about varying the amount of space between different letter combinations, about what makes great typography great. It was beautiful, historical, artistically subtle in a way that science can't capture, and I found it fascinating. None of this had even a hope of any practical application in my life. But ten years later, when we were designing the first Macintosh computer, it all came back to me. And we designed it all into the Mac. It was the first computer with beautiful typography. If I had never dropped in on that single course in college, the Mac would have never had multiple typefaces or proportionally spaced fonts. And since Windows just copied the Mac, it's likely that no personal computer would have them. If I had never dropped out, I would have never dropped in on this calligraphy class, and personal computers might not have the wonderful typography that they do. Of course it was impossible to connect the dots looking forward when I was in college. But it was very, very clear looking backwards ten years later. Again, you can't connect the dots looking forward; you can only connect them looking backwards. So you have to trust that the dots will somehow connect in your future. You have to trust in something — your gut, destiny, life, karma, whatever. This approach has never let me down, and it has made all the difference in my life.
My second story is about love and loss.
I was lucky — I found what I loved to do early in life. Woz and I started Apple in my parents’ garage when I was 20. We worked hard, and in 10 years Apple had grown from just the two of us in a garage into a $2 billion company with over 4000 employees. We had just released our finest creation — the Macintosh — a year earlier, and I had just turned 30. And then I got fired. How can you get fired from a company you started? Well, as Apple grew we hired someone who I thought was very talented to run the company with me, and for the first year or so things went well. But then our visions of the future began to diverge and eventually we had a falling out. When we did, our Board of Directors sided with him. So at 30 I was out. And very publicly out. What had been the focus of my entire adult life was gone, and it was devastating. I really didn't know what to do for a few months. I felt that I had let the previous generation of entrepreneurs down - that I had dropped the baton as it was being passed to me. I met with David Packard and Bob Noyce and tried to apologize for screwing up so badly. I was a very public failure, and I even thought about running away from the valley. But something slowly began to dawn on me — I still loved what I did. The turn of events at Apple had not changed that one bit. I had been rejected, but I was still in love. And so I decided to start over. I didn't see it then, but it turned out that getting fired from Apple was the best thing that could have ever happened to me. The heaviness of being successful was replaced by the lightness of being a beginner again, less sure about everything. It freed me to enter one of the most creative periods of my life. During the next five years, I started a company named NeXT, another company named Pixar, and fell in love with an amazing woman who would become my wife. Pixar went on to create the world’s first computer animated feature film, Toy Story, and is now the most successful animation studio in the world. In a remarkable turn of events, Apple bought NeXT, I returned to Apple, and the technology we developed at NeXT is at the heart of Apple's current renaissance. And Laurene and I have a wonderful family together. I'm pretty sure none of this would have happened if I hadn't been fired from Apple. It was awful tasting medicine, but I guess the patient needed it. Sometimes life hits you in the head with a brick. Don't lose faith. I'm convinced that the only thing that kept me going was that I loved what I did. You've got to find what you love. And that is as true for your work as it is for your lovers. Your work is going to fill a large part of your life, and the only way to be truly satisfied is to do what you believe is great work. And the only way to do great work is to love what you do. If you haven't found it yet, keep looking. Don't settle. As with all matters of the heart, you'll know when you find it. And, like any great relationship, it just gets better and better as the years roll on. So keep looking until you find it. Don't settle.
My third story is about death.
When I was 17, I read a quote that went something like: "If you live each day as if it was your last, someday you'll most certainly be right." It made an impression on me, and since then, for the past 33 years, I have looked in the mirror every morning and asked myself: "If today were the last day of my life, would I want to do what I am about to do today?" And whenever the answer has been "No" for too many days in a row, I know I need to change something. Remembering that I'll be dead soon is the most important tool I've ever encountered to help me make the big choices in life. Because almost everything — all external expectations, all pride, all fear of embarrassment or failure - these things just fall away in the face of death, leaving only what is truly important. Remembering that you are going to die is the best way I know to avoid the trap of thinking you have something to lose. You are already naked. There is no reason not to follow your heart. About a year ago I was diagnosed with cancer. I had a scan at 7:30 in the morning, and it clearly showed a tumor on my pancreas. I didn't even know what a pancreas was. The doctors told me this was almost certainly a type of cancer that is incurable, and that I should expect to live no longer than three to six months. My doctor advised me to go home and get my affairs in order, which is doctor's code for prepare to die. It means to try to tell your kids everything you thought you'd have the next 10 years to tell them in just a few months. It means to make sure everything is buttoned up so that it will be as easy as possible for your family. It means to say your goodbyes. I lived with that diagnosis all day. Later that evening I had a biopsy, where they stuck an endoscope down my throat, through my stomach and into my intestines, put a needle into my pancreas and got a few cells from the tumor. I was sedated, but my wife, who was there, told me that when they viewed the cells under a microscope the doctors started crying because it turned out to be a very rare form of pancreatic cancer that is curable with surgery. I had the surgery and I'm fine now. This was the closest I've been to facing death, and I hope it's the closest I get for a few more decades. Having lived through it, I can now say this to you with a bit more certainty than when death was a useful but purely intellectual concept:
No one wants to die. Even people who want to go to heaven don't want to die to get there. And yet death is the destination we all share. No one has ever escaped it. And that is as it should be, because Death is very likely the single best invention of Life. It is Life's change agent. It clears out the old to make way for the new. Right now the new is you, but someday not too long from now, you will gradually become the old and be cleared away. Sorry to be so dramatic, but it is quite true. Your time is limited, so don't waste it living someone else's life. Don't be trapped by dogma — which is living with the results of other people's thinking. Don't let the noise of others' opinions drown out your own inner voice. And most important, have the courage to follow your heart and intuition. They somehow already know what you truly want to become. Everything else is secondary. When I was young, there was an amazing publication called The Whole Earth Catalog, which was one of the bibles of my generation. It was created by a fellow named Stewart Brand not far from here in Menlo Park, and he brought it to life with his poetic touch. This was in the late 1960's, before personal computers and desktop publishing, so it was all made with typewriters, scissors, and polaroid cameras. It was sort of like Google in paperback form, 35 years before Google came along: it was idealistic, and overflowing with neat tools and great notions. Stewart and his team put out several issues of The Whole Earth Catalog, and then when it had run its course, they put out a final issue. It was the mid-1970s, and I was your age. On the back cover of their final issue was a photograph of an early morning country road, the kind you might find yourself hitchhiking on if you were so adventurous. Beneath it were the words: "Stay Hungry. Stay Foolish." It was their farewell message as they signed off. Stay Hungry. Stay Foolish. And I have always wished that for myself. And now, as you graduate to begin anew, I wish that for you.
“Stay Hungry. Stay Foolish.”
June 2005
Hoping that it was as inspiring for you as it was for me more than once as well for my Advertising Creativity class.
Be Safe
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