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26 mayo 2014

Estadio Nacional de Tegucigalpa.

Les voy a compartir en las líneas que vienen a continuación una historia de la que se sabe poco, se escribe menos y por ende se lee también casi nada, aunque este sitio web no es sobre football, arquitectura o historia hoy hablaremos de "otras yerbas raras" y el Estadio Nacional. Éste está localizado en el Barrio Morazán de la capital, Tegucigalpa. Cuenta con una estructura con forma de ovalo, las graderías que alojan al público se divide en cuatro localidades: sector popular, conocido como sol, al este. El sector preferencial que da su espalda al oeste de la ciudad junto al sector de silla, y los sectores de palcos, así como las cabinas para transmisión de medios.
Hay confusión con el nombre oficial del estadio, muchos le llaman Tiburcio Carías Andino por la placa existente en el estadio que dice que se construyó bajo su administración, pero eso no significa que el estadio se llame así, el nombre oficial y verdadero de esta instalación deportiva es y siempre ha sido Estadio Nacional nombre resaltado en letras grandes sobre del original portón azul de esta instalación deportiva.
Actualización: El 16 de febrero de 2022 luego de una moción presentada por el diputado al Congreso Nacional, Jarid Dixon. El 09 de marzo de 2022 el Congreso Nacional aprobó la moción y se publicó en La Gaceta el renombramiento a Estadio José de la Paz Herrera Uclés (Chelato Uclés). El sábado 27 de mayo de 2023 se inauguraron varias actualizaciones tecnológicas y de infraestructura al recinto deportivo del barrio Morazán de Tegucigalpa; se incluyó pasto híbrido y 18 mil butacas entre otras mejoras. Y el domingo 28 se jugó el partido final del Torneo de Clausura de la LN.

Así se miraba el lugar donde se construyó el Estadio Nacional.
Fue en 1947, en la planicie que a manera de grada descendía desde el cerro Juana Laínez formando la parte alta del barrio Morazán y los campos del Birichiche hasta llegar a la zona baja que lleva hacia  la vega de río Grande conocida por los capitalinos solamente como La Isla.
Antes de levantarse esta edificación en el Bo. Morazán, los deportistas capitalinos jugaban al football y al baseball en las canchas conocidas como el campo España donde hoy está Hospital Nacional Cardiopulmonar, en el campo Imperial donde hoy se levanta la Nunciatura Apostólica, la residencia que construyó el doctor José T. Mendoza y un proyecto habitacional llamado Colonia Altos de Palmira, en la cancha de El Chile, en La Isla, en el Birichiche, en La Bolsa, en el campo del “Nueva Era” donde hoy está el edificio de Banadesa, en la cancha de El Prado a orillas del río San José que hoy ocupa una porción del boulevard Kuwait, el campo Motagua -bajo el puente Mallol- y en la cancha al costado norte del seminario mayor donde en la actualidad funciona un plantel de la Universidad Católica.
Balón de football de esa época.
Tegucigalpa -era antes de 1947- la única capital de la región centroamericana sin instalaciones deportivas adecuadas, en El Salvador ya se había edificado el Flor Blanca, en Costa Rica el estadio La Sabana, en Nicaragua el parque de béisbol que se bautizó con el nombre de Anastasio Somoza García y Guatemala construía su estadio olímpico que sería el escenario de los juegos centroamericanos de 1950 (el Mateo Flores).
La idea de un estadio para la capital de Honduras inicia en el Club Rotario de Tegucigalpa, con un grupo de entusiastas deportistas de la capital liderados por don Esteban Díaz, éstos presentaron el proyecto al general Tiburcio Carías Andino en el año 1946 seleccionando el predio al pie del cerro Juana Laínez, contiguo al Bo. Morazán, y la iniciativa de ley la introdujeron al Congreso Nacional, la Secretaría de Educación Pública a cargo del Profesor Ángel G. Hernández, luego se creó el decreto correspondiente y se le asignó la partida presupuestaria para su diseño y  construcción.
El Congreso Nacional era –entonces- presidido por el abogado Plutarco Muñoz P., se encargó el diseño de los planos al ingeniero civil Francisco Prats Vives (Paco, para los amigos) y las obras de ingeniería a los profesionales Luis Ulloa y Rafael H. Blanco iniciándose las mismas a finales de ese mismo año. El Estadio Nacional,  una vez terminado fue destinado para que en éste se jugara baseball y football y se dejó alrededor de la cancha una pista para atletismo. El diamante para la práctica del base ball se instaló en dirección norte e igual  la portería para jugar al football, que se desmontaba cuando así se requería.
Entrada principal y rótulo con su nombre original. mismo que nunca ha cambiado.
La nueva instalación comprendía una gradería preferencial al costado oeste, con una techumbre de concreto y hierro como medio techo para dar sombra en horas de la tarde, una gradería popular al costado oriental sin techo y otra en el costado norte para alojar a los aficionados al baseball. Se instalaron vestidores para los deportistas con duchas, servicios sanitarios  bajo las dos graderías para uso del público, y se dejaron espacios para oficinas administrativas en el sector occidental de la edificación deportiva.
Aviones de la FAH se hicieron presentes en la inauguración.
Antes de ese día no existió una gala deportiva de más alto nivel en Tegucigalpa, ese sábado 15 de marzo de 1948  (día en que el General Carías celebraba su cumpleaños 72) a las 08:15 a.m. en una mañana de primavera muy calurosa ingresó al Nacional de Tegucigalpa la comitiva presidida por el General Tiburcio Carías Andino.
Día inaugural, el General Carías al centro.
Las graderías tenían un aforo inicial de 25 mil personas. El acto contó con un desfile con medio millar de deportistas de football; baseball y basketball, que inauguraba la semana del deportista hondureño. El comité pro-estadio lo encabezó el señor Esteban Díaz, quien en su discurso inaugural compartió con los asistentes sobre la importancia de éste. En ese momento por el espacio aéreo hondureño sobrevolaron varios aviones de la FAH.
Puente La Isla en 1949, ya funcional, era el principal acceso al Estadio Nacional.
También se dirigió a los visitantes ese día  Monseñor José de la Cruz Turcios y Barahona, quien reconoció que “era un templo para el deporte que crea juventud sana y los aleja de los vicios”. Le siguió en uso de la palabra el secretario de educación, Ángel Hernández, éste destacó la “relevancia de inaugurar una obra de esta magnitud” y aseguró que “era el inicio de un deporte hondureño más competitivo”.
Visitantes de Cuba inauguran el Estadio Nacional.
Inmediatamente después se realizó el primer juego entre Almendares campeón del baseball cubano -Sungo Cabrera, era su coach-  y el seleccionado nacional a cargo de Isidro “El Papi” Fabré, en la novena hondureña había jugadores como; “El Choco” Girón, Humberto “Chiquirín” García padre, Zacarías Arzú,  “El Pájaro” Morazán, “Canana” Sandoval, Huwie Rivera y los jóvenes valores de aquel tiempo como Virgilio Navarro, Alejandro Buck, Roberto Valenzuela Roberts, Alfredo Lara López, Hugo Recinos, Buenaventura Zepeda,  Chito y Lempira Reina. Ese día el equipo de Honduras jugó uno de sus mejores encuentros contra los cubanos, esfuerzo que no fue suficiente para lograr una victoria, los cubanos de Almendares vencieron 10-3, siendo el umpire principal Enrique Misselem.
Esa misma tarde, el seleccionado de fútbol de Honduras abrió una serie de partidos amistosos en la que participaban los equipos nacionales de los vecinos de Guatemala, El Salvador y de Costa Rica. En el equipo nacional -dirigido por el técnico argentino Pedro Biondy- destacaban entre otros; Zacarías Arzú puntero izquierdo, quien por la mañana había vestido la camisa de beisbolista, Raúl Barahona (Joyo Chele), Armando Sosa (Majoncho) el recién fallecido Rodolfo Godoy (Popo), Jacobo Godoy (El Tico), Rigoberto Castro (El Coyote), Alfonso “Foncho” González, “Cara de Hacha” Bandy, Julio Najarro,  “Peyito” Velásquez y otras estrellas del balompié hondureño. El primer gol marcado en este nuevo estadio lo anotó el salvadoreño René “Choco” Cea al arquero hondureño Clive “Tenazas” Garbutt.
El estadio lucía multicolor, adornado con las banderas nacionales de los países visitantes y remataba las instalaciones deportivas, una preciosa fuente que se construyó en la parte frontal en un predio que se habilitó al costado norte donde en la actualidad se destina para estacionamiento y los fines de semana como mercado de mayoreo y para completar el complejo deportivo, un monumento construido en la cima del collado capitalino conocido como el Juana Laínez que don Paco Prats diseñó como un concepto modernista con sólo dos de los aros olímpicos horizontales.
Fuente frente al Estadio Nacional, "la copa" permaneció pocos años en este sitio.
En 1949, en el gobierno del doctor Juan Manuel Gálvez Durón, se instaló el sistema del alumbrado eléctrico colocando las torres en los laterales con los poderosos reflectores. El primer juego nocturno con iluminación eléctrica se celebró entre el afamado Grêmio Foot-Ball Porto Alegrense, Brasil y el seleccionado nacional de Honduras que ya estaba a cargo del técnico brasileño Pedro Celestino Dacunha. El juego finalizó 2 - 1 a favor del visitante de Porto Alegre.
El estreno de la iluminación artificial del estadio capitalino se hizo en un acto al que acudió el presidente Juan Manuel Gálvez que realizó el saque de honor  y el plantel de los jugadores catrachos lo integraban entre otros por Clive Garbut, Nelly Sosa, Ramiro Godoy, Pacheco Molina, “Joyo” Barahona, “Peyito” Velásquez, “Pito” Castro, “Coyote” Castro, “Cucú” Westby, “Popo” Godoy, Majoncho, don Zaca y Armando Doblado. El primer gol en horas de la noche lo anotó el brasileño Geada y el tanto hondureño le correspondió a “Peyito” Velásquez.
Por varios años el Estadio Nacional conservó el aforo inicial y en la década de los cincuenta se le agregó una gradería en el sector sur para cerrar el óvalo deportivo y darle mayor capacidad, se habilitó una cafetería y se efectuaron otras mejoras, una vez que se eliminó la cancha para jugar al baseball cuando se habilitó el Parque de Pelota Lempira Reina-Zepeda; al extremo norte de la cancha de football el Birichiche.
A mediados de los años setenta, el entonces Jefe de Estado de Honduras, el General Juan Alberto Melgar Castro, creó la Comisión Nacional Proinstalaciones Deportivas (CONAPID), y como amante de los deportes emprendió las labores para una nueva  remodelación y ampliación del Estadio Nacional, alzando las graderías con sistemas pretensados, construyendo los palcos preferenciales, extendiendo el sector de las cabinas para transmisión, amplió y mejoró el sector oeste de sillas, cambió el sistema de iluminación y lo dejó como está en la actualidad sirviendo como uno de los principales escenarios para football.
Selección mayor de football de Honduras, 1981.
En noviembre de 1981, durante la celebración de un Norceca que se jugó completo en este escenario. Honduras logró clasificar por primera vez -viernes 16 de noviembre- al FIFA World Cup de 1982, en España de la mano de José de la Paz Herrera.
Vista aérea del Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Dada su gran capacidad de aforo actual -34 a 35 mil- y la enorme falta de instalaciones públicas -en Tegucigalpa- para la cultura, religión y el ocio, éste se ha utilizado como escenario para las tomas de posesión presidenciales desde l957 del doctor Ramón Villeda Morales; en 1971 del doctor Ramón E. Cruz; en 1982 del doctor Roberto Suazo Córdova; en 1986 el ingeniero José Azcona Hoyo; en 1990 el licenciado Rafael Leonardo Callejas; en 1994 el doctor Carlos Roberto Reina; en 1998 el ingeniero Carlos Roberto Flores; en 2002 el licenciado Ricardo Maduro; en 2006  el Sr. Manuel Zelaya Rosales, en  2010 el Lic. Porfirio Lobo Sosa y también más recientemente en enero 2014 el Lic. Juan Orlando Hernández. Y más recientemente la Sra. Iris Xiomara Castro Sarmiento, en enero de 2022.
Toma de posesión presidencial de enero de 2014.
Este escenario deportivo ha sido recordado con nostalgia por muchas y muchos hondureños, para este cierre deseo compartir esta última frase "el Estadio Nacional de Tegucigalpa, ha sido el marco esplendoroso de las grandes hazañas de nuestros deportistas y su área verde se ha regado  en algunas ocasiones con las lágrimas de la derrota." (Compilación, autores varios)
Que estés bien.

El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por relatarnos ésta parte tan importante de nuestra historia. Mi abuelo, Pablo Díaz Urquía, fue administrador del Estadio Nacional a mediados de los años 50 y hay una anécdota de algo que sucedió para la toma de posesión del Dr. Villeda Morales. Luego se las cuento porque quiero verificar unos detalles con mi papá.

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    1. Mi abuelo era Esteban Díaz fue el que hizo todo también yo soy su nieto quisiera saber si eres familia mía

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  2. Ricardo, estaremos muy atentos a tu anécdota. Gracias por tu valioso comentario.

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  3. Solo confirmar la importancia de aclarar que el INGENIERO Francisco Prats Vives fue el profesional a cargo del proyecto del Estadio Nocional; que incluyo en ese tiempo, también el puente que conecta hacia el centro, el monumento a la juventud, y el monumento a la Paz, igualmente el proyecto de la terminal aérea de Toncontín que a nivel urbano representan el paso del pueblito a ciudad capital...
    Saludos

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