Hace solo un par de semanas atrás se acercaron a la oficina del Centro Avanzado de Medios del campus de Tegucigalpa unas chicas que colaboran con un proyecto de apoyo al municipio de Ojojona; a casi 30 minutos en carretera. Esto es al sur de Tegucigalpa, con rumbo a Choluteca y Valle. Las acompañó el señor Marcio, miembro de Fundación Amigos de Ojojona y nos pidieron ayuda para producir un producto audiovisual, en cosa de unos 15 días, y sólo necesitaban un spot para TV de 30". Las elecciones estaban a la mitad de la fecha de inicio y de entrega, así que pensé Mmmm... y sí las cosas se salen de control ese día, como queda mi palabra empeñada.
Sólo un día antes les había presentado a mis estudiantes de dos grupos sus proyectos finales, y tenían ya 24 horas de haberlos iniciado. Les compartí el reto y también mencioné que me había dejado inquieto la extraña solicitud, pues teníamos en la mano la oportunidad única de colaborar directamente con el desarrollo de una comunidad que desea ser mejor.
Después de plantear el reto a todo el grupo un estudiante dijo que él sí se apuntaba y además preguntó al resto que quién más lo apoyaba, y en unos minutos se motivaron hasta formar un equipo de voluntarios (ya teníamos equipo creativo y crew de producción) que entregaría el spot listo para salir al aire.
Ante su determinación y confianza, ya no había retorno, ni puerta de salida. Así que iniciamos de inmediato la interpretación del Brief Creativo que el cliente nos compartió, y luego vino la tormenta de ideas para proponer soluciones creativas, esta parte del trabajo es mi favorita. Me encanta retar mi imaginación, me encanta ser sorprendido por ideas nuevas, correr a la par de sus jóvenes mentes y en el vertigo de la carrera, sobre la marcha, exigirles dar más, corramos una milla más. Así nacieron más de 15 propuestas inteligentes y simpáticas en casi una hora, parecía que el viento nos favorecía. Lo demás es historia, presentamos al cliente el proyecto y lo aprobaron inmediatamente, al siguiente día salimos al aire.
El punto a resolver fue como motivar a los capitalinos, así se conoce a los habitantes de Tegucigalpa y Comayaguela que son cerca de un millón, para que adopten y disfruten de la frescura del clima de Ojojona, su escenario colonial, su artesanía de barro y madera y su feria navideña para la familia.
Arriba está el resultado, espero que resulte de su agrado y que se motiven cada año a visitar la feria navideña en familia. Tal vez nos vemos comiendo algo típico de la navidad en Honduras en algún lugar de Ojojona o solo actualizando con piezas nuevas el nacimiento de color terracota. Yo se de un arquitecto que manda a hacer piezas especiales para su famoso nacimiento en esta comunidad de creativos artesanos.
Que estén bien, aprovecho para desearles una Navidad llena de dicha y paz.
Mauricio Pineda
El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.
El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.