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05 octubre 2015

La agencia de publicidad, una historia increíble.


Antes de surgir las empresas de publicidad se instalaron empresas mediáticas, los primeros medios de comunicación masiva -Mass Media- en surgir como soporte para la publicidad fueron los que utilizaban papel y tinta o medios impresos. Hoy vamos a conocer un poco más sobre su increíble origen y también sobre su desarrollo. Posiblemente todo inició –la publicidad- en la década de 1630 cuando Frenchman Théophraste Renaudot publicó la primera pieza publicitaria en La Gazette de France.
Portada de la Gazete de France.
En Londres -Inglaterra- un 26 de mayo 1657 nace el Public Advertiser el primer medio impreso de frecuencia semanal dedicado exclusivamente a la publicación de avisos comerciales por palabras, contaba con 16 páginas, un valor al público de un penique, y exigía a sus anunciantes una contratación mínima de 6 semanas para la publicación de los anuncios.
Public advertiser de Londres.
Contaban con 8 oficinas de información comercial distribuidas entre Londres y Westminster. El chocolate es promocionado desde este medio al mercado inglés, lo anunció en su edición del 16-22 de junio de 1657 así: "In Bishopsgate Street in Queen's Head Alley, at a Frenchman's house, is an excellent West India drink called chocolate, to be sold, where you may have it ready at any time, and also unmade at reasonable rates". El primer anuncio inglés sobre la infusión de té negro se publicó en el Mercurius Politicus en el año de 1658, y en 1660, el lanzamiento de la primera pasta dental para el mercado inglés.

En España, para el año de 1661 se dan los orígenes del periodismo en castellano, y primeros anuncios publicitarios llegan a finales del siglo XVII. En enero de 1661 -en Madrid- y de la mano del periodista Francisco Fabro Bremudán, nace el primer periódico de información general de España, se llamó Relación o Gazeta, impresa por Juan Paredes, la cual evolucionará hasta que pase a llamarse Gaceta de Madrid con aparición semanal y con numerosas réplicas provinciales- con su primera edición el 2 de abril de 1697 y en el que ya se incluyen anuncios por palabras, evolucionando a lo que hoy día es el Boletín Oficial del Estado, es el primero en ofrecer regalos –promociones- para atraer a los lectores. Más adelante -en Europa- surgirá el afiche (poster o cartel) publicitario y luego el uso propagandístico. 
Ruperto Roldós.
La pionera de las agencias publicitarias en España fue Roldós S.A.  fundada en 1857 en Barcelona por Ruperto (Rafael) Roldós Viñolas, miembro de una familia de impresores, empezó como agente de compra y venta de espacios, y en 1872 pasó a llamarse Roldós y Compañía hasta 1929, y tendría su oficina en Liverpool, con oficinas en Aglá, y Escudillers, anunciándose como centro de anuncios, ese mismo año se fusiona con una serie de agencias de Madrid y Barcelona (Reyes, Prado-Tello, Sociedad General de Anuncios de España y Los Tiroleses) para fundar Roldós-Tiroleses, S. A. En 1939 pasa a ser  Roldós, S. A. Esta agencia publicitaria hoy sigue activa como Roldós Publicidad, en el No. 160 del Paseo de San Juan en Barcelona, España.
Línea de tiempo de la agencia publicitaria y ADN de los holdings.

Permítanme transportarlos en el tiempo hasta la Londres del siglo XVII, donde las llamas del Gran Incendio de 1666 dejaron una huella imborrable. La ciudad, en plena diáspora, buscaba renacer de sus cenizas. Los comerciantes, ansiosos por recuperar a sus clientes, recurrieron a un aliado inesperado: la publicidad.
Desde entonces, la historia de las agencias de publicidad se teje con hilos de audacia y visión. Permítanme presentarles a algunos de los pioneros:
William Taylor (1786): En las páginas del Maidstone Journal, Taylor ofrecía sus servicios como “agente de impresores locales y vendedores de libros”. Su visión trascendió las palabras impresas; se convirtió en el padre de la agencia de publicidad.
James “Jem” White (1800): En el número 1800 de la calle Armada Road, White fundó otra agencia. Su legado resonaría en los pasillos del tiempo.
White Bull Holmes: Aunque su oficina de publicidad desapareció a finales de la década de 1980, su espíritu persiste en los cimientos de nuestra industria.
George Reynell (1812): Un funcionario del London Periodical dio vida a una nueva agencia. Su nombre, como un eco, resonaría durante siglos.
La Revolución Industrial: La agencia de publicidad se entrelazó con el crecimiento industrial y la producción masiva de bienes. Los afiches en el transporte público, que surgieron en 1847 en Londres, marcaron un hito.
Estados Unidos de América: Aquí, la publicidad moderna y profesional floreció. Los agentes de publicidad, como ejecutivos de portafolios, negociaban espacios comerciales en los periódicos. Sus gestiones se entrelazaban con las noticias, la política y la economía.
Línea de tiempo de la historia de la agencia publicitaria.

Línea de tiempo de la historia de la agencia publicitaria en Centro América.

Volney B. Palmer
Continuemos nuestro viaje hasta la Filadelfia de 1841. En ese año, un hombre llamado Volney B. Palmer se instaló como agente de publicidad. Pero su visión trascendía las palabras impresas y los anuncios comerciales. Palmer, sin saberlo, estaba a punto de marcar el nacimiento de la publicidad moderna.
¿Quién era este pionero? Permítanme presentárselos: Volney B. Palmer (1799-1864): Hijo de Nathan y Jerusha Palmer, nació en Wilkes-Barre, Pennsylvania. Su padre, Nathan, había fundado el periódico Burlington Mirror, un emprendimiento familiar que cautivaba a lectores y anunciantes. Tras la muerte de Nathan, Palmer se aventuró a Filadelfia, donde no solo vendía bienes inmuebles en una ciudad deprimida, sino que también estableció una oficina de carbón y un negocio de publicidad.
La Agencia Palmer: En 1842, Palmer ya tenía una lista formal de clientes y representaba a periódicos en todo Pensilvania, Maryland, Nueva Jersey, Kentucky, Missouri, Tennessee e incluso Alabama. Su enfoque no se limitaba a vender espacios publicitarios; ofrecía asesoramiento gratuito sobre opciones entre periódicos rivales y escribía anuncios sin costo adicional. Así nació el sistema de comisiones de las agencias de publicidad, que sigue siendo la norma en EE. UU. y el Reino Unido.
El Impacto Inesperado: Palmer, quizás sin comprenderlo del todo, revolucionó la industria. Lo que comenzó como un negocio secundario se convirtió en un sistema único. Su legado perdura en la forma en que concebimos la publicidad hasta hoy.
Avancemos un poco hasta llegar a la París de 1845, donde los ecos de la Revolución Industrial resonaban en las calles adoquinadas. En ese año, Charles Duveyrier dio vida a la Société Générale d’Annonces, una entidad que cambiaría para siempre el paisaje de la publicidad.
¿Quién era Charles Duveyrier? Permítanme presentárselos:
El Visionario: Duveyrier, con una visión afilada, ofreció la exclusividad de los principales periódicos de la época, como La Presse, Le Constitutionnel y Le Journal de Débats. Siguiendo los pasos de Volney B. Palmer, pero con su propio toque distintivo, Duveyrier marcó el inicio de una nueva era.
Clasificación y Tarifas: En poco tiempo, 200 oficinas recibían anuncios clasificados según su forma y contenido. Las tarifas se establecían con precisión. Pero aquí radicaba la innovación: Duveyrier introdujo un sistema basado en el número de lectores y ejemplares editados. Era un paso audaz hacia la intermediación moderna entre anunciantes y periódicos.
El Contrato de Exclusividad: A diferencia de Volney B. Palmer, Duveyrier no cobraba comisiones a los periódicos representados. En cambio, garantizaba una cantidad anual según la tirada (de 200 mil a 300 mil francos) a cambio de la exclusividad de la pauta publicitaria por 25 años. Era un pacto que trascendía las páginas impresas.


De regreso en Filadelfia de 1849, donde las calles bullían con la promesa de un nuevo mundo. En ese año, un hombre visionario, Volney B. Palmer, pronunció por primera vez el término “Agencia de Publicidad” en un anuncio. Pero su legado no se limitó a palabras; fue un arquitecto de oportunidades y un maestro de la persuasión.
¿Quién era este titán de la publicidad? Permítanme compartirles su historia:
El Único Representante: Palmer afirmaba ser el único representante de 1,300 periódicos. Su audaz declaración permitía a los anunciantes ser selectivos, elegir con precisión dónde plasmar sus mensajes. Pero Palmer no se detuvo ahí.
Presentaciones Especulativas: Imaginen a Palmer, en su oficina, diseñando presentaciones especulativas para posibles anunciantes. No solo les informaba sobre las tarifas de espacio en cada periódico, sino que también les revelaba el coste total. Era un enfoque audaz y transparente.
El Sistema de Comisiones: Palmer introdujo un sistema que sigue vigente en EE. UU. y el Reino Unido. Por cada anuncio, recibía una comisión del 25% del editor sobre el pago. Hoy, las agencias suelen recibir un 15%, pero la semilla de Palmer germinó en la historia.
El Regalo del Cielo: A mediados de la década de 1850, Palmer era considerado un regalo del cielo por numerosos clientes. Su agencia creció, abriendo cuatro oficinas en grandes ciudades. Palmer, incansable, visitaba cada una, tejía alianzas y dejaba su huella.
El Contrato Abierto: En su agencia, estableció un contrato abierto, un avance revolucionario. Las comisiones podían alcanzar el 25% o el 15%, según el caso. Su legado perdura en las prácticas actuales.
El Traspaso: Tras su muerte en 1864, su agencia Palmer pasó por manos de Joy, Coe & Company, y luego a Francis Wayland Ayer.
Nuestro viaje continúa ahora vamos hasta las raíces mismas de la publicidad en México. En el año 1850, cuando las cervecerías Toluca, Cuauhtémoc, Moctezuma y Yucateca aún eran jóvenes emprendimientos, surgieron las primeras campañas publicitarias que dejaron una huella imborrable.
El Diario de México (1805): Fundado por el mexicano Carlos María Bustamante y el dominicano Jacobo de Villaurrutia, este periódico fue pionero en publicar anuncios en su página final. Desde libros en venta hasta objetos extraviados, esclavos en alquiler y obras de teatro, el Diario de México abrió las puertas a la comunicación comercial.
La Agencia General de Anuncios (1865): Bajo la dirección de José María Flores y Pérez, esta agencia marcó un hito. Ofrecía un servicio completo: redacción de anuncios, compra de espacios publicitarios y seguimiento de resultados. Su legado perdura en la forma en que concebimos las campañas hoy.
La Revolución Radiofónica (1930): La XEU inauguró la era de las cuñas radiofónicas modernas y los primeros jingles. La voz de las marcas resonaba en las ondas, creando conexiones inéditas con los oyentes.
Las Agencias Fundadoras (1940-1950): Grand Advertising, Publicidad Continental, Publicidad Saiffe, Publicidad Salas, SUR Publicidad, Augusto Elías Publicidad, Publicidad D’Arcy, JWT y Guastella-McCann Erikson. Estos nombres, como estrellas en el firmamento, iluminaron el camino.
La Alianza por el Valor Estratégico de las Marcas (2019): La AMAP evolucionó, transformándose en una fuerza que defiende y potencia el valor de las marcas. Su legado sigue escribiéndose.

Brasil tierra fértil para la industria publicitaria. São Paulo de 1913, donde los ecos de la modernidad resonaban en las calles. En ese año, Castaldi & Bennaton, bajo la visión del empresario Jocelyn Benaton y el periodista João Castaldi, fundó la primera agencia de publicidad estructurada de Brasil. Pero esta no fue una simple empresa; fue un faro que iluminaría el camino de las marcas.
El Nacimiento: En 1913, São Paulo vio nacer a la Ecléctica. Atendiendo marcas como Texaco y Ford Motor Co., esta agencia se convirtió en un puente entre la creatividad y los negocios.
Las Cuentas Emblemáticas: La Ecléctica no se detuvo en las marcas comunes. Su cartera incluía nombres como Schering, Sabonetes Eucalol, Biscoitos Aymoré, Chocolate Lacta, Guaraná Espumante, Indústria Matarazzo y Westinghouse. Cada cuenta era un lienzo en blanco para su creatividad.
El Legado: Al final de la Primera Guerra Mundial, Brasil no solo tenía la Ecléctica. Otras cuatro agencias también tejían su historia: Francisco Pettinati, Edanée, Valentim Haris y Pedro Didier e Antônio Vaudagnoti. Juntos, trazaron el mapa de la publicidad brasileña.
Piense antes de implementar su plan de publicidad. La publicidad es efectiva cuando se hace bien y se distribuye con criterio, evitando gastos innecesarios. Es necesario tener en cuenta siempre la circulación del periódico, el medio en el que circula, cómo hacer el anuncio, la disposición y los lugares en que el producto se puede lanzar. Por lo tanto, es recomendable que todo negociante que desea aumentar su negocio consulte sobre este tema a la Compañía de Publicidad "A Ecléctica".

São Paulo de 1918, cuando las calles vibraban con la promesa de un mundo en constante cambio. En ese año, la Ecléctica se alzó como un faro en el horizonte publicitario brasileño. Pero su legado no se limitó a palabras; fue un puente entre culturas y una chispa que encendió la creatividad.
¿Quiénes eran los protagonistas de esta historia?
El Slogan Inmortal: En esta época romántica, la empresa alemana Bayer creó un lema que resonaría en todo el mundo: “Si es Bayer, es bueno”. Desde Brasil, este mensaje se adoptó como un estandarte de calidad y confianza.
La Llegada de N. W. Ayer & Son (1929): Desde Nueva York, esta agencia desembarcó en Río de Janeiro, la capital del país. Su aire cosmopolita y su energía vibrante la convirtieron en un caldo de cultivo para la creatividad publicitaria.
McCann-Erickson (1938): Esta agencia llegó para atender la cuenta de los refrigeradores domésticos Frigidaire, fabricados por la General Motors. Pero no se detuvo ahí; también gestionó la publicidad de los coches y camiones de la misma empresa.
El Auge de las Agencias (1950): Brasil, con más de 100 agencias operando en todo el país, se convirtió en un crisol de creatividad. La agencia Norton, fundada por el brasileño Geraldo Alonso, dejó su huella en esta era dorada.
La Era de Volkswagen (1956): La agencia Alcantara Machado/Periscinoto tomó las riendas de la marca alemana Volkswagen, la primera fábrica de automotores instalada en Brasil. Su principal cuenta anunciante, un desafío que marcaría la industria.
El Legado de la Ecléctica: Aunque cerró sus puertas en los años 60, su influencia perdura. El hijo de Leuenroth fundó la agencia Standard Propaganda, que luego se transformó en la actual Ogilvy. Y el hijo de Cosi, tras su paso por importantes agencias, fundó Cosi, adquirida más tarde por Young & Rubicam.

La ciudad de Boston de 1865, donde las calles bullían con la promesa de un mundo en constante cambio. En ese año, un hombre visionario, George Presbury Rowell, se estableció como mayorista de espacios publicitarios en periódicos. Pero su legado no se limitó a transacciones comerciales; fue un arquitecto de oportunidades y un maestro de las palabras.
El Mayorista de Espacios: Rowell, antiguo administrativo de The Boston Globe, compraba grandes cantidades de espacios publicitarios a tarifas reducidas y los revendía a los anunciantes a precios más elevados. Pero su visión iba más allá de los números; él era el primer redactor de literatura publicitaria (copywriter).
El Directorio Revolucionario: En 1869, publicó el primer directorio de periódicos estadounidenses. Contenía una lista de 5,778 artículos, estimaciones de circulación y un estándar de valor del espacio. Fue un hito que precedió a la Oficina de Auditoría de Circulaciones y a los esfuerzos organizados de los anunciantes.
La Difusión del Conocimiento: Rowell no solo vendía espacios; también compartía sabiduría. Su publicación, Advertiser’s Gazette, se convirtió en Printer’s Ink en 1888, un faro para anunciantes, prospectos y editores.
Francis Wayland Ayer
Siempre en la ciudad de Boston de 1869, cuando las calles resonaban con la promesa de un mundo en constante cambio. En ese año, Francis Wayland Ayer trazó un camino que revolucionaría la publicidad. Pero su legado no se limitó a transacciones comerciales; fue un arquitecto de oportunidades y un maestro de las palabras.
El Comienzo: Ayer, hijo de un abogado y educado en la Universidad de Rochester, descubrió el potencial de la publicidad mientras trabajaba como solicitante de anuncios para un periódico religioso. Convenció a su padre de cerrar su escuela y fundar la agencia N.W. Ayer & Son en 1869. Su visión: hacer de la agencia un agente activo para el anunciante, no solo un intermediario que vendía espacios en periódicos.
El Contrato Abierto: En 1875, Ayer introdujo el contrato abierto, comprometiendo a la agencia a trabajar explícitamente para el cliente durante un período determinado. Antes de esto, las agencias compraban espacios a bajo costo y los vendían a los clientes al precio más alto posible. Ayer cambió la percepción de la publicidad.
Los Grandes Slogans: Ayer atrajo clientes como American Telephone & Telegraph Company, W.K. Kellogg Company, Steinway & Sons y E.R. Squibb & Sons. Pionero en la refinación de la redacción publicitaria y el desarrollo de campañas, creó slogans memorables como “A diamond is forever” para De Beers.
Este viaje continúa hasta la Nueva York de 1870, cuando las calles resonaban con la promesa de un mundo en constante cambio. En ese año, Francis Wayland Ayer fundó la agencia N.W. Ayer & Son, una semilla que germinaría en la historia de la publicidad. Pero su legado no se limitó a transacciones comerciales; fue un arquitecto de oportunidades y un maestro de las palabras.
El Comienzo: Ayer, con su padre como socio, fundó la agencia N.W. Ayer & Son en 1869. Su visión: hacer de la agencia un agente activo para el anunciante, no solo un intermediario que vendía espacios en periódicos. Ayer no solo compraba espacios; también actuaba como gestor de los departamentos de publicidad de las publicaciones. Calculaba el coste del espacio y ofrecía a los anunciantes un precio ligeramente superior al estimado. Así, obtenía ingresos de la mejor manera que sabía: revendiendo y regateando. Ayer, con su padre como socio, fundó la agencia N.W. Ayer & Son en 1869. Su visión: hacer de la agencia un agente activo para el anunciante, no solo un intermediario que vendía espacios en periódicos. Ayer no solo compraba espacios; también actuaba como gestor de los departamentos de publicidad de las publicaciones. Calculaba el coste del espacio y ofrecía a los anunciantes un precio ligeramente superior al estimado. Así, obtenía ingresos de la mejor manera que sabía: revendiendo y regateando.
El Contrato Abierto más Comisión: En 1875, Ayer introdujo un sistema revolucionario. Informaba al anunciante del coste del espacio y de lo que la agencia recibía por sus servicios. Ayer se convertiría en un comprador de espacio y recibiría el pago del cliente. Este sistema de comisiones permitía a Ayer comprar espacios publicitarios de forma inteligente y tener en cuenta las necesidades del anunciante, características que hoy identifican a las agencias modernas. En 1875, Ayer introdujo un sistema revolucionario. Informaba al anunciante del coste del espacio y de lo que la agencia recibía por sus servicios. Ayer se convertiría en un comprador de espacio y recibiría el pago del cliente. Este sistema de comisiones permitía a Ayer comprar espacios publicitarios de forma inteligente y tener en cuenta las necesidades del anunciante, características que hoy identifican a las agencias modernas.
La Expansión y la Ventaja Competitiva: N.W. Ayer & Son creció rápidamente. En 1876, podía colocar anuncios en cualquier periódico publicado en Estados Unidos o Canadá. Además, creó un departamento de impresión para controlar la calidad de los anuncios. En 1877, la agencia adquirió Coe, Wetherill & Company, otra agencia de Filadelfia. N.W. Ayer & Son creció rápidamente. En 1876, podía colocar anuncios en cualquier periódico publicado en Estados Unidos o Canadá. Además, creó un departamento de impresión para controlar la calidad de los anuncios. En 1877, la agencia adquirió Coe, Wetherill & Company, otra agencia de Filadelfia.
En la Nueva York de 1870, cuando las calles resonaban con la promesa de un mundo en constante cambio. En ese año, Francis Wayland Ayer fundó la agencia N.W. Ayer & Son, una semilla que germinaría en la historia de la publicidad. Pero su legado no se limitó a transacciones comerciales; fue un arquitecto de oportunidades y un maestro de las palabras.

La fascinante historia de N.W. Ayer & Son, una agencia que dejó una huella imborrable en el mundo de la publicidad. Desde sus inicios en 1869 hasta su apogeo en el siglo XX, esta agencia se convirtió en un faro de creatividad y estrategia.
La Campaña Uneeda: En 1899, N.W. Ayer & Son se embarcó en una campaña épica para la National Biscuit Company (NABISCO). Su objetivo: presentar la galleta Uneeda, vendida en paquetes individuales y herméticos. La campaña, que abarcó periódicos, revistas y exteriores, fue un rotundo éxito. Aunque la agencia había dejado de aceptar cuentas de cerveza y whisky, en 1900 se había convertido en la mayor agencia publicitaria de los Estados Unidos, con más de 160 empleados y beneficios que superaban los 58 mil dólares.
La Expansión y los Desafíos: N.W. Ayer & Son abrió sucursales en Nueva York, Boston, Chicago y Cleveland. Sin embargo, su crecimiento trajo consigo nuevos retos. La agencia se volvió demasiado grande para gestionarla, incluso para sus socios y el propio fundador, Francis Wayland Ayer. Para enfrentar este desafío, Ayer contrató a su yerno, Wilfred W. Fry, en 1909. Fry, incansable y comprometido, se convirtió en socio dos años después y asumió la gerencia de la agencia.
El Siglo de los Beneficios: Tras la Primera Guerra Mundial, los beneficios de N.W. Ayer & Son se dispararon, superando los 500 mil dólares en 1919. Ese mismo año, la agencia celebró su aniversario número 50, marcando cinco décadas de creatividad, innovación y éxito. En resumen, N.W. Ayer & Son no solo fue una agencia; fue un faro que iluminó el camino de la publicidad moderna. Su legado perdura en los eslóganes memorables y en la pasión por contar historias.
Albert Davis Lasker.
La historia de Lord & Thomas, una agencia que dejó una huella imborrable en el mundo de la publicidad. Desde sus inicios en 1881 hasta su apogeo en el siglo XX, esta agencia se convirtió en un faro de creatividad y estrategia.
El Comienzo: Fundada en Chicago por Daniel Miner Lord y Ambrose L. Thomas en 1881, Lord & Thomas se erigió como un bastión de la publicidad norteamericana. Su facturación ascendió a seis millones de dólares en 1904 y alcanzó los catorce millones en 1924 por la venta de espacios publicitarios.
La Llegada de Albert Davis Lasker: En 1898, Albert Davis Lasker, un joven con un futuro incierto como periodista, llegó a la agencia. Su padre, preocupado por las tentaciones del oficio, lo envió a Chicago con Lord & Thomas. Allí comenzó como el chico mensajero, pero su destino estaba trazado.
La Transformación: Lasker no solo ascendió en la agencia, sino que también revolucionó la publicidad. Su visión audaz y creativa cambió la forma en que se comunicaban las marcas. Desde entonces, Lord & Thomas se convirtió en un faro de innovación y éxito.



Una época de audacia y creatividad, llegó cuando las calles de Chicago bullían con la promesa de un mundo en constante cambio. En ese escenario, Albert Davis Lasker emergió como el arquitecto de la publicidad moderna. Su historia es un viaje de pasión, innovación y éxito.
El Comienzo: Nacido en 1880 en Galveston, Texas, Lasker creció bajo la sombra de su padre, presidente de varios bancos. Pero su destino no estaba en las finanzas; era la publicidad lo que lo llamaba. En 1898, su padre lo envió a Chicago con una condición: probar la publicidad durante un breve período. Lasker aceptó y se unió a Lord & Thomas, una agencia de publicidad.
El Aprendizaje: Lasker comenzó como oficinista, pero su ambición no tenía límites. Pronto se convirtió en socio y, en 1912, a los 32 años, ya era el único dueño de Lord & Thomas, la mayor empresa de publicidad del planeta. Su facturación ascendía a seis millones de dólares. Aquí, Lasker no solo racionalizó los anuncios, sino que también integró los planteamientos de la publicidad.
El Reason Why: Lasker aprendió de John E. Kennedy que los consumidores necesitaban una razón para comprar algo. Un buen anuncio debía contener una explicación lógica y racional de por qué el consumidor debía adquirir el producto. Así, Lord & Thomas se convirtió en pionera en la publicidad de medios impresos.
El Legado: Lasker dio forma y caracterizó la industria publicitaria durante las primeras cuatro décadas del pasado siglo XX. Su influencia perdura en marcas como Kleenex, Kotex, Pepsodent y Lucky Strike.
La historia de Albert Davis Lasker, es la un visionario que dejó una huella imborrable en el mundo de la publicidad. Desde sus inicios en el siglo XIX hasta su apogeo en las décadas de 1920 y 1930, Lasker transformó la forma en que las marcas se comunicaban con el público. Su legado perdura en las estrategias que aún utilizamos hoy.
En 1898, Lasker, nacido en Alemania y criado en Galveston, Texas, se unió a Lord & Thomas, una agencia de publicidad en Chicago. Su padre lo envió allí para alejarlo del periodismo y, en cambio, sumergirlo en el mundo de la publicidad. Lasker comenzó como oficinista, pero su ambición no tenía límites. Pronto se convirtió en socio y, en 1912, ya era el único dueño de Lord & Thomas. Su facturación ascendió de 3 millones de dólares en 1906 a 6 millones en 1912. La agencia abrió oficinas en Nueva York, Toronto, París, Londres, San Francisco y Los Ángeles.
Lasker no solo administraba la agencia; también introducía ideas revolucionarias. Contrató a Claude C. Hopkins, otro redactor publicitario, en 1908. Hopkins empleó el estilo de Kennedy, pero Lasker pagaba a Hopkins más que a Kennedy. A Hopkins le gustaba visitar a los clientes para ver cómo se fabricaban los productos. Creó anuncios memorables para la avena Quaker, Goodyear y varios fabricantes de coches y camiones. Hizo hincapié en la imagen de marca gráfica de sus anuncios y comprendió la importancia de realizar pruebas previas para determinar qué titulares y frases atraían más la atención.
La Revolución del jugo de Naranja: Lasker fue el responsable de que los estadounidenses compraran zumo de naranja. Se enteró de que los productores de cítricos de California producían tantas naranjas que cortaban los naranjos para limitar el suministro. Para detener la destrucción de los árboles, Lasker creó campañas para animar a los consumidores no solo a comer naranjas, sino también a beber zumo de naranja.
El Legado Duradero: Lasker y Hopkins participaron en muchas otras campañas memorables. Lord & Thomas prosperó y se convirtió en una de las mayores agencias de Estados Unidos. Lasker promovió principios éticos y se opuso a la publicidad dudosa o deshonesta. Su influencia perdura en las estrategias publicitarias modernas.
La vibrante década de 1920, cuando la publicidad estaba en pleno auge y las ondas de la radio resonaban con promesas de nuevas oportunidades. En ese escenario, Albert Davis Lasker, el maestro de la persuasión, dejó una huella imborrable en la industria. Su historia es un viaje de audacia, innovación y desafíos superados.
La Fusión con Logan: En 1926, Lord & Thomas se transformó en Lord & Thomas & Logan. Lasker, visionario y estratega, consolidó la agencia con Thomas F. Logan, propietario de la agencia Logan. A través de esta fusión, Lasker adquirió cuentas clave, incluida la Radio Corporation of America (RCA), dueña de la National Broadcasting Company (NBC).
La Radio como Aliada: Lasker comprendió el poder de la radio. Para Palmolive, creó un programa de una hora de duración que fue un éxito rotundo. Inspirado por este logro, impulsó la creación de programas para otros anunciantes. En 1928, Lord & Thomas era responsable del 50% de la publicidad en la NBC.
Desafíos y Resiliencia: Lasker no temía los desafíos. Redujo salarios, despidió empleados y enfrentó la pérdida de su esposa en 1936. A pesar de todo, su pasión por la publicidad lo mantuvo en movimiento. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Don Francisco se fue a trabajar para el gobierno, Lasker regresó a la agencia.
El Legado Duradero: En 1942, Lasker decidió vender la agencia. Emerson Foote, Fairfax Cone y Don Belding, sus principales ejecutivos, compraron Lord & Thomas, y así concluyó una era dorada. El 30 de diciembre de 1942, la agencia dejó de existir, pero su legado perdura en las estrategias publicitarias modernas.

La agencia de Nueva York, Carlton & Smith fundada en 1864 (Avenida Broadway No.171) por William James Carlton y Edmund A. Smith estos habían comprado los derechos exclusivos de publicidad en las revistas religiosas en 1867.
El comodoro James W.Thompson.
Para varios de los historiadores, James Walter Thompson Co. (hoy sólo JWT) fue la primera agencia de publicidad moderna en el mundo se dice que en 1878 James Walter Thompson, compró Carlton & Smith a William James Carlton (14 de septiembre de 1838 a 1902), y le pagó USA $ 500 por el negocio y 800 dólares por los muebles.
Logotipo desarrollado a partir de la firma de JWT.
James Walter Thompson, nació un 28 de octubre de 1847, en Pittsfield, Massachusets. a sus 17 años se alistó en la Marina (Navy) luego de dos años, se alistó en los Cuerpos de Marina, y en 1867 pasó a ser el asistente contable de William Carlton.  JWT, le llamó con su nombre propio. Posteriormente, vio la necesidad de atender de manera personalizada a cada cliente y crea el cargo de ejecutivo de cuentas. J. Walter Thompson vio la importancia de las revistas y los periódicos para publicar anuncios. Los primeros ejecutivos publicistas, que aparecieron en escena en 1870, se conformaban con comprar espacios en las revistas para luego venderlos a sus clientes; su objetivo comunicacional consistía simplemente en mantener presente el nombre del anunciante ante los ojos del público, los anuncios eran vulgares, se puede decir que la publicidad pasaba por un periodo oscuro. Inicialmente sus oficinas operaban en Nueva York, Cincinnati, Boston y en 1891 en Chicago. La agencia de Chicago era dirigida por Charles Raymond, inicialmente abrió en el edificio Tacoma, esta oficina -Chicago- se mantuvo activa hasta su cierre en 2009.
En la década de 1880-1890, J. W. Thompson acumuló cerca de cinco millones de dólares comprando a buen precio espacios en los periódicos, mismos espacios que luego vendía casi al doble a las compañías anunciantes, su imperio publicitario se extendió con la apertura de una oficina en Londres (1899).
Stanley Burnet Resor (30 de abril de 1879 – 1962)
El sucesor de Walter Thompson fue, a partir de 1916 y hasta 1955, Stanley Burnet Resor, graduado en Artes en Yale en 1901, colaboró con la agencia In House de P&G (Procter&Collier) y que se había incorporado a JWT en 1908 como gerente de la oficina de Cincinnati. Junto a su mujer, Helen Lansdowne (a la que había contratado como redactora) y quien redactó campañas inolvidables, construyeron la más grande y dominante agencia de la industria publicitaria. En 1912 desarrolló la investigación de mercados para la venta de detalle, en 1917 co-fundó la AAAA, desarrolló el código de ética de la AAAA en 1918, dio prestigio a la publicidad testimonial, y se rehusó a que JWT participara en presentaciones especulativas (concursos).  S. B. Resor mantuvo el cargo de presidente de la agencia hasta 1955, cuando se retiró, fallece a los 83 en 1962 y en 1967 fue incluido en el Salón de la fama de la publicidad. En la actualidad, la agencia de publicidad aún se llama JWT y es la tercera de su rama en Estados Unidos, cuenta con un complejo empresarial de tres mil millones de dólares que se extiende por casi todo el mundo con una serie de clientes excepcionales y es miembro del Holding WPP.

Espero que te resulte de mucha utilidad, y puedas compartir éste con tus amigos y compañeros, te deseo muchos éxitos.

Qué estés bien.









El autor de este post es publicitario, creativo y productor audiovisual y ha incursionado exitosamente como docente universitario para el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad de México, así como en la UNITEC en Honduras desde hace más de veinte años. Es asesor publicitario independiente, redactor de artículos sobre publicidad, conferencista y blogger.