¿Sientes que estás ante un buen amigo o te sientes amenazado y vulnerable frente a la cámara? Saber posar más o menos bien frente a una cámara de fotografía es importante, pues influye en el resultado de la imagen. Y finalmente, sí dominas posar y gesticular correctamente la imagen lograda hablará bien de ti. La buena noticia es que sí es posible adoptar el lenguaje corporal que te va a favorecer y así lograr que cada retrato se exprese -elocuentemente- a favor tuyo.
El lenguaje corporal en el entorno de un retrato fotográfico, se refiere a la comunicación no verbal que se transmite a través de tu postura, tus gestos y las expresiones del cuerpo. En la fotografía de retrato el lenguaje corporal es fundamental para expresar emociones, sentimientos y estados de ánimo con quienes la observen. Cada gesto, postura o expresión corporal puede transmitir sensaciones y mensajes específicos, lo que permite imprimirle la emoción precisa y el significado a la imagen fotográfica. Por ejemplo, habrá que considerar el ángulo de giro, la mirada, la posición de los hombros, los pies y las manos, entre otros, pueden influir en la interpretación de la fotografía. Conocer y utilizar el lenguaje corporal en un retrato fotográfico permite al fotógrafo y al modelo comunicar de manera efectiva la historia que desean contar a través de la imagen.
Los fotógrafos pueden aprovechar el lenguaje corporal para crear retratos que transmitan un mensaje específico. Por ejemplo, un fotógrafo que quiera crear un retrato de un ejecutivo exitoso puede elegir una pose que transmita confianza y autoridad. Un fotógrafo que quiera crear un retrato de una persona artística puede elegir una pose que transmita apertura y creatividad. Al elegir una pose para un retrato, es importante considerar el mensaje que se quiere transmitir. El fotógrafo puede trabajar con el modelo para encontrar una pose que sea cómoda y que transmita la imagen deseada. ¿Qué podemos provocar en el observador con una pose? Pues, varias cosas. Toma nota de algunas:
Confianza: Una postura erguida, con los hombros hacia atrás y la cabeza alta, transmite una imagen de confianza y seguridad. Por ejemplo, una persona que se sienta erguida en una silla o que se pare con los pies separados y los hombros hacia atrás, transmitirá una imagen de confianza y autoridad.
Timidez: Una postura encorvada, con los hombros hacia abajo y la cabeza baja, transmite una imagen de timidez o inseguridad. Por ejemplo, una persona que se siente encorvada en una silla o que se pare con los pies juntos y los hombros hacia abajo, transmitirá una imagen de timidez o inseguridad.
Apertura: Una postura abierta, con los brazos y las piernas relajados, transmite una imagen de apertura y receptividad. Por ejemplo, una persona que se sienta con los brazos apoyados en los reposabrazos o que se pare con los brazos a los lados, transmitirá una imagen de apertura y receptividad.
Cierre: Una postura cerrada, con los brazos y las piernas cruzados, transmite una imagen de cierre o distancia. Por ejemplo, una persona que se siente con los brazos cruzados o que se pare con las manos en los bolsillos, transmitirá una imagen de cierre o distancia.
Agresión: Una postura agresiva, con los brazos y las piernas extendidos, transmite una imagen de agresión o fuerza. Por ejemplo, una persona que se siente con los brazos extendidos o que se pare con los pies separados y las manos en las caderas, transmitirá una imagen de agresión o fuerza.
Al posar correctamente, se puede transmitir la emoción y el mensaje deseados, evitando posturas forzadas y antinaturales. La pose y el lenguaje corporal resultan fundamentales para expresar emociones y narrar una historia en la fotografía, especialmente en el caso de la fotografía de moda y en retratos casuales. Además, al posar con movimiento, se puede lograr una imagen más natural y menos forzada. En resumen, posar bien frente a una cámara es crucial para capturar la esencia del momento y transmitir la emoción deseada a través de la imagen. Posar para una cámara de fotografía es la acción de adoptar una determinada postura o expresión facial ante la cámara con el objetivo de obtener una imagen estéticamente agradable. El objetivo del fotógrafo es capturar la esencia del sujeto o la escena a través de la pose.
Así que habrá que mantener en el foco de nuestra atención algunos factores claves que te van a acercar a ese retrato genial que estás buscando para tu próxima foto:
La postura: Es uno de los elementos más importantes a la hora de posar. Debe ser natural y relajada, pero también debe ser expresiva y atractiva. Se debe prestar atención a la posición de la espalda, los hombros, las caderas y las piernas.
La expresión facial: Se trata de otro elemento clave. Debe ser natural y sincera, pero también debe ser expresiva y atractiva. Se debe prestar atención a los ojos, la boca y la sonrisa. Una sonrisa sincera y natural es una de las expresiones faciales más favorecedoras en un retrato. Transmite alegría, felicidad y positividad. Prueba con una sonrisa amplia y plena, una sonrisa suave que muestre una línea de diente, una sonrisa con los labios juntos y una suave curva en la comisura de la boca, y finalmente sin sonrisa, los ojos son la ventana al alma, por lo que es importante que estén bien abiertos y bien iluminados. ¡Sonríe con tus ojos! Esto ayudará a que la mirada sea más expresiva y atractiva, una postura erguida y segura transmite confianza y seguridad en uno mismo. Un lenguaje corporal relajado y natural ayudará a que la foto sea más natural y espontánea. La mirada hacia un lado puede transmitir misterio, sensualidad o coquetería, un leve levantamiento de la ceja puede transmitir sorpresa, curiosidad o interés, un labio inferior mordido puede transmitir sensualidad o timidez, tocarse el cabello puede transmitir nerviosismo, coquetería o confianza en uno mismo. ¿Qué otras ideas te funcionan bien a ti?
La iluminación: Es un factor fundamental para obtener una buena fotografía. La luz debe ser suave y uniforme, para evitar sombras y contrastes demasiado marcados. El ángulo de visión: También conocido como el POV o punto de vista, es el punto desde el que se toma la fotografía. Se puede elegir un ángulo alto, bajo, frontal, lateral o de espaldas. El ángulo elegido puede ayudar a resaltar o disimular ciertas características del sujeto o la escena. Pose de brazos en jarra: Llevar las manos a las caderas y estilizar los brazos, separando un poco las piernas para resaltar la cintura y destacar la elegancia de la postura.
Pose de piernas separadas: Parar de lado y colocar una pierna frente a la otra, con la pierna de atrás relajada y el peso descansando sobre ella. Esta pose hace que las piernas y caderas luzcan más delgadas.
Pose de cruzar los tobillos: Para las fotografías de sentada, cruce los tobillos y no toda la pierna, especialmente si se usa una falda o vestido. Esta pose permite mostrar solo un poco de pierna y mantener una silueta delgada. Pose de pie frente a la cámara: Mantener el cuerpo erguido, con las piernas separadas y los brazos en jarra, para resaltar la altura y la delgadez de la persona.
Ahora hablemos de algunos grupos de poses que nos van a facilitar nuestro proceso de seleccionar aquella pose idónea. Observemos algunas opciones:
Posar de pie: Son las más comunes. Se pueden realizar mostrándonos de frente, de espaldas, de perfil o en ángulo.
Posar sentado: Las poses sentadas son una buena opción para personas con sobrepeso o con problemas de movilidad.
Posar acostado: Las poses tumbadas son una buena opción para personas con mucho busto o con una figura curvilínea, bien sea sobre la espalda o sobre el abdomen.
Posar con objetos: Los accesorios pueden ayudar a crear mayor interés y dinamismo en la fotografía. Los accesorios vintage o retro, de otra época, tecnologías de punta de la oficina o para el hogar. Los fotógrafos de retratos casuales -también- incluyen usar objetos para crear triángulos en sus imágenes.
Se puede sostener un paraguas o una cámara, creando un triángulo. O bien, el modelo puede sentarse sobre una silla o un banco, creando un triángulo con el asiento y el respaldo.
El cuerpo y las poses que incluyen triángulos pueden producir resultados estéticamente geniales. Esto se debe a que los triángulos son una forma geométrica fuerte y atractiva que puede agregar interés y profundidad a una imagen. Además, pueden ayudar a estilizar el cuerpo, creando una apariencia más delgada y más elegante. Aquí hay algunos ejemplos de cómo se pueden usar los triángulos en las poses de retratos fotográficos: Los brazos y las piernas pueden formar triángulos. Por ejemplo, una persona puede colocar un brazo sobre la cabeza y otro en la cadera, creando un triángulo invertido. O, una persona puede cruzar las piernas, formando un triángulo rectángulo.
El cuerpo completo o las extremidades pueden sugerir poses donde observamos triángulos. Por ejemplo, una persona puede inclinarse hacia adelante, creando un triángulo recto con su cuerpo y el suelo. O, una persona puede sentarse en el suelo, con las piernas dobladas hacia atrás, creando un triángulo invertido.
Al usar los triángulos en las poses de retratos fotográficos, es importante tener en cuenta la composición de la imagen. Los triángulos deben estar colocados de manera estratégica para crear un equilibrio y un interés visual. El uso de triángulos en la composición fotográfica puede ayudar a crear estructura, equilibrio y dinamismo en las imágenes, y puede ser explorado de muchas maneras diferentes, dependiendo de la visión artística del fotógrafo.
Aquí hay algunos consejos para usar triángulos en las poses de retratos fotográficos que podremos revisar a continuación. Experimentar con diferentes posiciones y ángulos. No tenga miedo de probar diferentes opciones para así explorar y ver qué funciona nos mejor. Considere la altura del sujeto. Los triángulos pueden ayudar a estilizar el cuerpo, pero es importante que estén equilibrados. Las poses de retratos casuales utilizan triángulos se suelen utilizar para crear una sensación de equilibrio y dinamismo en la imagen.
Recordemos un poco qué son los triángulos: Un triángulo rectángulo es un triángulo que tiene un ángulo recto, es decir, un ángulo de 90 grados. Los otros dos ángulos de un triángulo rectángulo suman 90 grados. Los lados de un triángulo rectángulo se denominan hipotenusa, cateto opuesto y cateto adyacente. La hipotenusa es el lado opuesto al ángulo recto. Los catetos son los lados adyacentes al ángulo recto. Un triángulo equilátero es un triángulo que tiene tres lados iguales. Esto significa que todos los lados tienen la misma longitud. Los ángulos internos de un triángulo equilátero también son iguales. Cada ángulo tiene una medida de 60 grados.Un triángulo equilátero es un tipo de polígono regular. Esto significa que todos sus lados tienen la misma longitud y todos sus ángulos internos tienen la misma medida. Algunas de las poses de retratos más comunes que utilizan triángulos incluyen: La pose de la "A", donde el modelo coloca los brazos en forma de A, creando un triángulo invertido. Esta pose es muy versátil y se puede utilizar para una variedad de estilos.
La pose de la "V", donde el modelo coloca los brazos en forma de V, creando un triángulo rectángulo. Esta pose es más dramática que la pose de la "A" y se puede utilizar para crear una sensación de movimiento y energía. ¿Qué aprendiste hoy, qué has descubierto, qué fue eso no sabías hace sólo 5 minutos, qué te sorprendió más? ¿Te gustaría? Para el cierre de este post, si nos tomamos un par de minutos para observar algunos proyectos donde las poses basadas en triángulos se aplican en proyectos de alto presupuesto. Analiza, define si el triángulo aplicado es equilátero o triángulo rectángulo, define si la base es más corta o más larga, la modelo está en reposo o en movimiento, qué tipo de fondo se ha utilizado en este retrato entre otros detalles a descubrir: